sábado, 5 de noviembre de 2011

El Solidario Insolidario


Llorando y desconsolada, abandonó la oficina de empleo. Le acababan de dar la enésima mala noticia del mes, y le habían vuelto a denegar una ayuda de 300 €, que era vital para su familia. La tragedia se palpaba, y pese a rogarle al funcionario que los 5 miembros de aquella casa estaban desempleados y no recibían ninguna prestación, la guillotina del sistema se había cebado contra una familia que había sido modelo hace escasamente unos años.

No sabía hacia donde ir, ya que la sensación, era de una mujer derrotada por la vida, y en varias ocasiones había comentado con su marido, la posibilidad de marchar de esta comarca y comenzar de cero en otro lugar. Volver a tener la sensación de vivir de nuevo.

Era un Jueves del mes de octubre, y caminaba por el casco antiguo, sobre un suelo mojado por unas nubes grises, que habían llorado en forma de finas gotas, acompañando a aquella mujer.

Buscaba en la gente que conocía, el saludo como un refugio que le servía para distraer o confundir a la mente del caos que la martilleaba constantemente su cabeza. Durante unos minutos de conversación con cualquier vecino, la liberaba malos pensamientos y lograba aislarse de una situación dramática. Intentaba centrarse nada más en lo que escuchaba de la persona que tenía delante, para evadirse de la realidad.


Sentada en el banco que hay junto a la iglesia veía como la gente cargada de papeles, entraba y salía del ayuntamiento....todos parecían tener prisa, pensó.

Le llamó la atención que delante de ella pasaran los políticos que unos meses antes habían invadido con sus caras los buzones de nuestras casas y todo el paisaje urbanístico de El Vendrell.

Una señora que había a su lado preguntó a uno esos políticos que pasaban, si aquella misma mañana había pleno municipal. El joven le contestó con un si, a las 9,30.

Ella no entendía absolutamente nada de política, ni quienes eran, ni a que partidos pertenecía cada uno, ni era capaz de diferenciar entre políticas de izquierdas y derechas. Simplemente recordaba sus caras por haberlas visto en campaña electoral, en su buzón, o clgadas de las farolas de las avenidas del Vendrell.

Sin saber ni como, ni porque, subió hasta el salón de plenos y tomó asiento en la zona destinada al público. Le impresionó ver tanta madera en una sala, que su imaginación había dibujado más grande de lo que era en realidad.

Intentó comprender lo que hablaban aquellas personas, pero constantemente perdía el hilo, en cuanto utilizaban tecnicismos que nunca había escuchado, y más cuando el tema que debatían era económico y presupuestario.

Excepto al alcalde, al que sí recononoció ya que ocupaba el centro de una gran U compuesta por 21 personas, no era capaz de distinguir quienes eran de un partido y los de otro. Hablaban solo 2 o 3 y el resto permanecían en silencio y solo escuchaban. Le resultaa curioso.

Curiosamente percató que cuando hablaban los del lado izquierdo, reían y hacian muecas los del derecho y así reciprocamente.

Hasta que intervino un señor que estaba situado a la derecha del alcalde, con un semblante serio, lo tenía identificado de la campaña electoral, ya que fue uno de los que más colgo su cara por todo el pueblo.

La sala enmudeció, y el silencio era absoluto. Comenzo su exposición con una voz tenue y dificil de entender y de mala pronunciación, hasta que pasados unos minutos, levantó la vista miró al público asistente y dijo, esta vez con toda claridad; " EL CIUDADANO QUE NO PAGUE SUS IMPUESTOS NO ES SOLIDARIO"


Ella se quedó helada, al ver como todos los que estaban sentados en la parte izquierda de la sala, afirmaban con la cabeza las palabras de aquel hombre. Se sentía insultada.

Le entraron unas ganas repentinas de ponerse en pie, y preguntarle a aquel hombre, si representaba al ciudadano o solo se representaba a él mismo, porque ella no llevaba ni para poder comprar la comida del medio día para sus hijos, y aquel político le hablaba de solidaridad.

Bajó las escaleras con unas tremendas ganas de vomitar, al escuchar decir tal barbaridad y busco a toda prisa el aire fresco de la calle.....


Se hubiera parado a comprar pescado en la plaza, como hacía en el pasado, pero ya no era posible, y ahora debían comformarse con tomarse las comidas y las cenas, no como una necesidad, si no como un trámite, que debía ir cubriendo de la mejor manera posible.


Puso la olla debajo del grifo, para hacer la comida del medio día......despues de unos segundos el agua dejó de caer........le habían cortado el suministro y sin aviso previo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario